Mira Que Luna!

Mira que Luna!!! Aunque creas poder tocarla con la mano está ahí, a 360.970 Km. de distancia…
Una Luna ideal para dejar al descubierto todos los sentimientos, para pasear por la orilla del mar, eso sí, bien abrigaditos que ya hace frío; para imaginar una historia de amor apasionada abrazada a la persona amada… pero que bonito! Pero que tierno! Si es que yo aunque no lo aparente soy muy sensible… y es que a mi la Luna me altera, me desvela, me condiciona, me emociona, me apasiona…. Y a mis vecinos también! Por que llevan unos días…
Los que me conocen bien, y los que me conocen un poco también… saben que yo estoy muy influenciada por la Luna, marca mi carácter, puedo pasar de ser un “amor” a ser un “horror”… igual tengo algo de hombre lobo, bueno depiladita voy, que nunca se sabe, si no que se lo digan a mi amiga, la de la piscina y el buenorro... pero el instinto animal no hay quien me lo quite! (me refiero a lo de ser dulce como un gatito eh!)
Los astros opinan que es una de las características de mi signo zodiacal, pero yo creo que en mi caso está llevado hasta límites inimaginables y es que yo soy capaz de perder la oportunidad de mi vida por el solo hecho de que la Luna esté en “cuarto menguante”.
Si por lo contrario me dan un beso a la luz de la “Luna Llena”, ufff! Me vuelvo loca!!! Y soy capaz de seguir a esa persona a los confines de la tierra durante toda mi vida, lo malo es cuando esa persona no quiere que lo sigas y huye despavorido, que esa es otra!
Pero tu ahí, dale que te pego, lunática perdida, loca empedernida, con el alma desgarrada…. y es que esto también tiene su parte negativa, no te pienses, que no es tarea fácil, lo que pasa es que yo ya estoy acostumbrada, después de tantas Lunas…. lo llevo con mucha dignidad y mucha naturalidad!
Así es, que cuando he salido a la terraza a recoger la ropa, que debido a mi despiste llevaba 2 días al fresco, esa Luna gigante me iluminó, me senté a observarla y mientras me fumaba un cigarrillo, pelada de frío, pasaron por mi mente unas imágenes tan bonitas que de tanto recordarlas ya no sé si en su día fueron reales o sólo el fruto de mi imaginación.
Con los ojos empañados por las lágrimas, y una leve sonrisa dibujada en mi rostro, la miro nuevamente, y ella me hace un guiño recordándome que mañana será otro día….