Bueno, Bonito, Barato y Pequeño

Ayer pasé por uno de esos macro centros comerciales simplemente con la intención de pasear, pero, una no puede resistirse a mirar esas ropitas que les sientan tan bien a los maniquíes de los escaparates, a ellos y a mis hermanas, que después de haber sido madres tienen unos cuerpazos que más de una quisiera, incluida yo!
Últimamente, aprovechando el retiro “temporal” de mis trajes chaqueta, lo único que miro son jeans, quedan bien con todo y en casi todas las ocasiones, sobre todo en la tasca….
He visto unos que me han encantado, bonito diseño, buen precio, pero… la talla, ese es el problema, son tan pequeños que por un momento he pensado que había entrado en alguna tienda “Kiddy’s Class”, pero no, estaba donde creía estar.
Miras el pantalón, miras tu cuerpo de botijo, y por mucho elastán, lycras y otras puñetas que lleve, te parece imposible poder entrar en él, pero… es que ésta es mi talla!
Así que coges el pantaloncito y te diriges al probador, te quitas las botas, te desnudas y en el intento de meterte dentro del bonito jeans bien de precio, te das cuenta que no te entra ni la pantorrilla, entonces te embarga una mezcla de desesperación, por que crees que te has engordado, indignación, por que piensas que las tallas están mal, rabia, por que te has desvestido para nada y decepción, por que no te puedes comprar ese bonito jeans con ese estupendo precio….
Entonces te vuelves a vestir, dejas el pantalón en el montón de ropa que hay a la entrada del probador y por orgullo pasas de coger una talla más y te marchas.
Llegas a casa y decides empezar nuevamente la dieta….

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya sera menos lo de la talla.....con monisima de la muerte que estas, seguro que el pantalon tenia mal marcada la talla!!!!

El Ricky y los pegamoides

Josie dijo...

Ahora entiendo lo de la talla!!!
Mira, yo depre y tu ilusionado jajajaja!!!