Colorín, Colorado....

Que sueño mas extraño….. Hacía muchas noches que no soñaba dormida, lo digo porque en general suelo soñar despierta antes de dormir, muy normalita no soy, verdad?
Fue algo muy raro, algo que me transportó a un tiempo muy lejano, casi olvidado…
Supongo que es normal soñar con el pasado y rememorar otros tiempos, acordarte de personas que no incluyes en tu día a día, pero hoy tengo claro cual ha sido el motivo, el detonante de ese tipo de sueños.
Es como si mi memoria hubiera recorrido miles de días hasta llegar a ese espacio de tiempo, jo! Es que tengo una memoria casi histórica, porque estoy hablando de algo que pasó hace 21 años!!! Que se dice rápido, pero la verdad es que en ese tiempo han ocurrido tantas cosas en mi vida que me sorprende recordar justamente aquel momento.
Y es que después de compartir tu vida con una persona durante 13 años, después de tantas experiencias vividas, de alegrías, penas, más alegrías, más penas y más alegrías, lo que me menos imaginas es que vas a soñar con algo que ocurrió 3 años antes…
Yo sólo era una adolescente muy desarrollada para su edad, tímida y llena de complejos. Junto con mí hermana mayor y mis inseparables amigas íbamos cada día al gimnasio con el SEAT 850 que mi padre le regaló a mi hermana cuando se sacó el permiso de conducir. El coche era viejecito pero lo llevábamos muy mono, recuerdo que en la parte trasera le pusimos un adhesivo que decía:”mi otro coche es un Porsche”, éramos la alegría de la huerta, la envidia de la ciudad, a nadie le pasaba desapercibido el rugir de aquel motor por llevar puesta una marcha no muy adecuada y cuando al conseguir aparcar comenzaban a salir mujeres del pequeño habitáculo.
Lo mío debe ser el ciclismo, bueno, no me engaño, lo mío es un problema de “jamones”, porque cada vez que quiero que me hagan una tabla de ejercicios me mandan hacer bicicleta…. y en aquel gimnasio dicho artilugio estático estaba colocado junto a una cristalera que se comunicaba con la recepción, donde nada más entrar te topabas con un cartel enorme de una “tía buenorra “ con un mensaje que decía “Cree en ti mismo”, y que la gente miraba sin poder evitar la comparación con “la de la bici”, pues a continuación del dichoso cartelito estaba yo pedaleando sin parar con mas moral que el alcoyano.
Ya me había hecho un hueco un aquel lugar, y desde mi posición privilegiada, controlaba a todo el que entraba y salía, la gente ya empezaba a saludarme pero jamás olvidaré el día que aquel chico con pinta de simpático con olor a “Herbísimo Enebro” que pasaba como cuatro veces por la recepción, para dejar el reloj, para dejar la cartera, para no se que qué… me dijo con una sonrisa “a este paso vas a llegar muy lejos”…..y unos meses mas tarde me estaba invitando a merendar!
Me sorprendió de tal manera… normalmente los chicos siempre te invitan a tomar algo, a salir, pero a merendar… fue tan bonito, que jamás podré olvidarlo.
El era el típico chico de ciudad que solía pasar los veranos y fines de semana en la “torre”, éramos tan diferentes, no tenía nada que ver con mi mundo ni con mis amigos ni yo con su banda de chicos cocodrilos “Lacoste” … así que pronto llegó la tragedia… y años mas tarde los momentos mas felices de vida.
…De mi sueño sólo recuerdo ese momento “despedida”, que cosas no?, pero lo curioso es que no era una pesadilla, la sensación era buena, muy buena, por un momento volvía a notar sus bonitas manos, su olor, sus besos y aunque fuera una situación dolorosa, el sentimiento era bueno, me desperté con una agradable sensación, aunque de añoranza por tiempos pasados pero llena de mucho cariño.
Quién me iba a decir a mí que aquel comienzo era tal vez el vaticinio del final … y es que probablemente todo estaba escrito….