UNA SONRISA POR FAVOR…
Últimamente cuando el día empieza a dejar el camino libre para que llegue la noche,tengo por costumbre ir a pasear por la playa (bueno, en realidad sólo llevo 3 días acostumbrada).
El primer día me fui tal cual, con las manos en los bolsillos, el móvil, las llaves y los cigarrillos… como alma en pena, sin rumbo fijo, sólo quería caminar, respirar, no pensar…
Últimamente cuando el día empieza a dejar el camino libre para que llegue la noche,tengo por costumbre ir a pasear por la playa (bueno, en realidad sólo llevo 3 días acostumbrada).
El primer día me fui tal cual, con las manos en los bolsillos, el móvil, las llaves y los cigarrillos… como alma en pena, sin rumbo fijo, sólo quería caminar, respirar, no pensar…
Después de la “pateada”, que menuda pateada!, me senté a observar todo aquello que ocurría más allá del banco de piedra, era genial, debía sentirme afortunada por tener la posibilidad de disfrutar de todo aquello, aun así, y no sé porque, me sentía un poco triste…
El segundo día salí de casa con la intención de ir a correr, de formar parte de aquel ir y venir de gente anónima, de aquel gigantesco escenario lleno de extras donde cada uno es el protagonista…, pero me di cuenta que no iba del todo preparada para tal menester, olvidé cambiar las “chanclas” por las “deportivas”…
El tercer día, ya empezó siendo un poco diferente…
Por la mañana noté la necesidad de reactivarme, de cambiar la monotonía de los últimos días y decidí bajar un ratito a la playa a recargar baterías (“oseasé”, tomar el Sol, darme un baño y empaparme de las vivencias de los demás…, no es que sea cotilla, pero… que quieres, la gente habla alto!!!)
Cuando estaba de vuelta, y mientras esperaba para cruzar una calle, un coche se detiene y el conductor me llama la atención, me giro esperando a que preguntara por alguna dirección, (en ese caso el pobre lo hubiera tenido un poco complicado, y es que yo sin la “QDQ” no soy nadie!!!), pero él sorprendentemente me mira y hace una “gañota” mientras me saca la lengua, jajajaja!!!!, no pude evitar reírme, a lo que él respondió: ves, con esa sonrisa ya me has alegrado el día!!! En ese momento se unieron a las sonrisas el resto de personas que estaban a mi alrededor, la sensación fue buenísima, tanto que al llegar a casa me di cuenta que seguía sonriendo!!!
Esa tarde-noche pensé en que debía ponerle banda sonora a la película, así que me llevé el mp3 y de paso, una “cocacola”, mira, no sé, me dio por ahí!
Durante la “pateada”, algo llamó mi atención, y de repente “me vino de gusto” engullir lo que la gente denomina “comida basura”, así que… una completa por favor!!!
Después del banquete al aire libre, de que me preguntaran si era italiana, española, si tenía fuego…no sé, un montón de cosas… y es que esa noche por lo visto la gente tenía necesidad de conversación… me sentí un poco abrumada y pensé que era el momento de regresar…
Las terracitas estaban abarrotadas de gente y yo camina sonriendo recordando lo ocurrido por la mañana, las personas que se cruzaban a mi paso hacían lo mismo, sonreír!!!
Es buenísimo el efecto, tanto que un vendedor de rosas insistía para que cogiera una, yo pensaba que su intención era vendérmela, pero no!, quería regalármela, así que después de la insistencia y el “consenso” popular de los allí presentes (que vergüenza pasé!!!), no tuve más opción que aceptarla…
Llegué a casa, la puse en agua y mientras la miraba seguía sonriendo, entonces me di cuenta de lo bien que me encontraba!!!!
CONCLUSIÓN: "Una sonrisa significa mucho. Enriquece a quien la recibe sin empobrecer a quien la ofrece. A veces dura un segundo, pero su recuerdo nunca se olvida."