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He salido de casa corriendo, ni me había dado cuenta que estaba lloviendo…
Para moverme por la ciudad, si no lo hago caminando, me gusta hacerlo en autobús, no es que sea “pija”, como muchos denominan a sus usuarios, simplemente me encanta deleitarme con el paisaje urbano de esta bonita ciudad, pero hoy me pueden las prisas y viajo en “Metro”…
Ahora me viene a la mente “algo” curioso que me ocurrió el otro día en el autobús…
La verdad es que nunca me he fijado en lo primero que suele hacer la gente cuando accede al bus y aunque sea extraño en mi, es algo en lo que nunca he reparado…, la próxima vez prestaré más atención…
Yo al entrar, por educación suelo saludar al conductor, “buenos días”, “buenas tardes”… (por las noches no que viajo en “metro”)… y eso es algo que yo hasta ahora veía de lo más normal, pues bien, por lo visto no lo es!!! Y por ese motivo, por ese detalle, y en agradecimiento a mi cívico comportamiento fui obsequiada con una funda para la tarjeta de transporte, más conocida entre los usuarios del “TMB” como “la T-10” ó 20 ó 50… Yupiii, que suerte la mía!!!
Lo de menos fue el “objeto”, sino el acto de agradecimiento de esa persona que se pasa horas dando vueltas entre el “caos organizado” de esta gran ciudad, y lo mejor de todo la lección (en voz alta) de “educación” que se llevaron todos los allí presentes en ese momento… seguro que se han quedado con mi cara, y ahora cuando me vean pensarán “mira, la “pelota” del “42”!!!
En el Metro no pasan esas cosas, primero porque no tienes contacto visual con la persona que conduce, es más yo cuando era “más pequeña”, la primera vez que vine a la ciudad y viajé en metro, pensaba que iban solos…, y segundo, normalmente cuando entras al vagón, no te queda aliento suficiente para decir ni una palabra después de haber bajado corriendo las escaleras de esas estaciones que supuestamente están la mayoría “adaptadas”…
Pero te pueden ocurrir otras, sobretodo en horas “punta”, como por ejemplo que las puertas se cierren ante tus narices, que tu pie se quede dentro y el tren emprenda su camino…, que mal lo pasé, no quiero ni recordarlo!!!..., o que mientras intentas guardar el equilibrio con el libro entre las manos, la maleta entre las piernas, la americana colgada del brazo, el bolso colgado del hombro, las gafas en el pelo, la boca cerrada para que no comerte la melena de la que tienes delante, un codo en un ojo… que te echen el aliento, que te toquen el “trasero”, que te roben el monedero… bufff!!! y a todo esto en verano le podemos sumar que los “giris” y no tan “giris” que vienen de la playa sudorosos, te manchen el trajecito de “faena” con una mezcla de bronceador y arena… pero en fin, cosas insignificantes si tenemos en cuenta la crisis mundial, las guerras y la gente que se muere de hambre…
Una de las cosas que mas me gusta cuando viajo en metro a parte de leer, es observar…
La mayoría de las personas se “disfrazan”, o eso espero, con caras largas y de resignación, pero curiosamente cuando ves a alguien sonriente no se te ocurre pensar que esa pueda ser su actitud ante la vida, más bien no!!!... imaginas que va “fumao”, que está bajo los efectos de algún “antidepresivo” o “fuera de cobertura”…
Por esas cosas de mi afán de observación y mi “afición” a las estadísticas, yo suelo confeccionar el “Top 10”” de los libros y “varios” más leídos y o “paseados” del suburbano… qué pasa? “La Reparada” hace listas, yo hago “rankings” que suena mas “international”… y digo yo… no veas el mérito que tiene pasear “La sombra del viento” con lo que pesa!!!
Desde aquella, mi primera estadística de hace años, las cosas han cambiado un poco…
Si es hora “punta” de mañana, a parte de los libros con “títulos famosos” y autores “de moda”, lo que se lleva la palma son el “20 minuts”, el “Metro” o el “Qué”, es decir, prensa rápida y gratuita, por otro lado, el “sudoku” continúa, pero ha perdido un poco de protagonismo para dejar paso a las “nuevas tecnologías”…
Si es hora “punta” de tarde, en la estadística sólo varía en lo que se refiere a la prensa rápida y gratuita, quiero decir con esto que si ves a alguien leyendo ese tipo de diario es porque lo ha encontrado en un banco de la estación, en una papelera o en el asiento del vagón…
Hoy observo a mi alrededor, en el vagón viajamos unas cincuenta personas…, cuatro libros, uno de ellos de “paseo”, (reconozco que yo no llevaba ninguno, pero tengo la excusa perfecta…, como ya he terminado “Dictadors de Butxaca” no tengo con quien “compartir” por el momento!!!... no obstante por papeles no sería!!!)… tres “sudokus”, un “20 minuts” y siete “Nintendos”… que triste!!! y eso que no me ha dado tiempo a contar los que se pasan todo el trayecto enviando mensajes de móvil!!!…
Lo doy por bueno, porque a la salida y en la cima de las escaleras de aquella estación “supuestamente adaptada como la mayoría”, estaba él…, “guanche”, guapo, muy, muy guapo, joder si era guapo!!! con su guitarra en mano, en el lugar señalado, “músics al metro”, con esa voz..., “cantándole a la libertad”…
Ufff!!! en ese momento he sentido algo que no se como explicar, no sabía si reír o llorar, una sensación extraña a la vez que placentera ha recorrido mi cuerpo, un escalofrío extremecedor, una mezcla incompatible de ansiedad y calma, un nudo en la garganta… me he sentido bien, me he sentido feliz, me he sentido genial!!!…
Lo acompaño en voz baja en la última estrofa de “esa canción”, dejo sobre la funda de su guitarra unos cuantos euros, me guiña un ojo y nos dedicamos unas sonrisas… me marcho contenta, risueña ... y camino feliz por esos pasillos interminables…
A 50 metros “uno” con “su acordeón”… no le hago ni caso!!! no es que le quite mérito, pero… detesto “los pajaritos”!!! vamos, que no es lo mismo!!!
La tarde es gris, está lloviendo, no llevo paraguas y me había “planchado” el pelo… la ciudad se me antoja cual “Cumbia triste” de “Jorge González”… pero todo me da igual, estoy feliz por lo que mi cuerpo, mi alma y mi mente acaban de "sentir"!!!...
Ya “sentada” en el vagón de regreso, recuerdo la cara sonriente del “fumao” del viaje de ida…, y llego a la conclusión de que él al entrar encontró lo mismo que yo al salir, a ese “guanche” que interpretaba “esa” canción de libertad…
Imagino el gesto de mi cara, me rio y me pregunto…, esa persona que no me observa, que descaradamente me mira, qué estará pensando de mi???
Tú qué crees???...pues… seguramente que vas “fumá”, que estás bajo los efectos de algún “antidepresivo” o “fuera de cobertura”…
No creo que esa persona pudiera ni por un momento imaginar que “esa” canción de libertad tenga "la culpa"…