Maldito Orgullo

Muchas veces, somos tan egoístas que no sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos…
Viendo lo que pasa a nuestro alrededor no me extraña que hayan guerras, y es que hablando se entiende la gente, pero la mayoría de las veces el orgullo te impide dar el primer paso, algo tan sencillo y asequible a cualquier ser humano.
Por qué somos capaces de pasarnos horas manteniendo conversaciones con extraños a través de un teclado?
Por qué preferimos contar nuestras desgracias a personas que dicen ser nuestros amigos?
Por qué no hablar abiertamente con la persona a la que queremos?
Siempre creemos saber la opinión del “contrincante”…… ella cree que él piensa A, pero realmente él piensa B, él cree que ella piensa A, pero realmente ella piensa B, curioso no? los dos están de acuerdo, piensan lo mismo, pero ese orgullo maldito les impide mostrar la realidad de sus sentimientos.
El amor mueve montañas, pero el orgullo destroza corazones, vidas, como si de una plaga se tratara, arrasa todo lo que encuentra en su camino sin importarle a quien pueda arrastrar hacia la desdicha.
Amar es saber decir “lo siento”, pero el orgullo te aconseja “que lo sienta él”, es como... haber quien puede más!, así que llega un punto en que ese amor puede convertirse en desprecio, odio, infelicidad, y todo por no haber hablado en su momento.
En la vida hay que ser más humildes y no creernos siempre poseedores de la verdad absoluta.
Seguramente yo no soy la persona más indicada para decir nada, pero todo esto ya está hablado con quienes yo creía que tenía que hablar, y espero que ellos hagan lo mismo.
Porque una palabra a tiempo puede evitar muchos sufrimientos…..