Vaya Nochecita!

Anoche mis “insaciables vecinos” liaron una buena….
Yo, que tengo una imaginación desbordante me puedo hacer una idea de lo ocurrido, pero claro, es sólo mi versión de los hechos….
Cuando todo estaba en silencio, empezó la rutina, el ascensor suena cuando el vecino del 3º llega tarde a casa, el reloj de pared de la vecina de enfrente que marca las horas, el camión de la basura, el camión cisterna que limpia los contenedores….y como no los ruiditos propios del ritual “casi diario” de la parejita del edificio contiguo (aunque cualquiera diría que son los de mi rellano) …, la cama que empieza a sonar levemente, luego un poco más fuerte hasta que el cabezal empieza a pelearse con la pared, y es que ya se sabe, el roce hace el cariño, y ellos se deben querer mucho…
Hoy la cosa se fue de madre, por que hubo un momento que creí ser atacada por la niña del exorcista, pero que “yuyu”… me incorporé para prestar más atención intentando imaginar la escena, pero la verdad es que no se me ocurría nada, debe ser falta de práctica o que me he quedado anticuada….
De repente todo se calmó hasta que empezaron unos aullidos a lo perro lobo llamando a su camada, yo estaba flipando, pero qué estaba pasando en esa habitación Dios mío!!! yo no era la única alucinada, el caniche marca “no te fijes” de la vecina también, pues se puso a ladrar como un loco y a rascar en la puerta como queriendo salir.
Ante tanto jaleo deduzco que más de uno se despertó, pues se escuchaban pasos, puertas que se abrían, cisternas que descargaban agua….., lo típico que se hace cuando te despiertan los ladridos de un perro, revisas la casa, ves que no pasa nada, te vas a la cocina, bebes agua o te preparas un colacao, aprovechas para hacer un “pis” y te vuelves a la cama pensando en que mañana tienes que madrugar y cagándote en el “chucho cabrón”, en la madre del chucho ,en la dueña y hasta en la madre de ésta….
Los otros seguían a lo suyo sin percatarse de la que se estaba liando en el edificio de al lado, yo no sé que se habían tomado, o que puñetas estaban haciendo, pero de repente…. Plaf!!! Un estruendo y unas risas, joder me reí hasta yo!
Por el sonido deduzco que se habían cargado la lámpara de la mesita de noche, pero eso no les impidió continuar, que va! Siguieron hasta terminar la faena, luego duchita y se hizo el silencio.
Esta mañana, justo al abrir la puerta me encuentro a la vecina de enfrente y su “chucho cabrón”, nos damos los buenos días y veo en su cara una sonrisita y la expresión de “vaya noche te has pegado guapa”…. En ese momento en lo único que pensé fue alzar los brazos y decir… a mí que me registren!! Pero bajamos en el ascensor sumidas en un absoluto mutismo mientras el chucho me miraba fijamente….