Rosas, Rojas

Rosas, libros, amor…
Rosas en todas las esquinas, libros en las ramblas de todos los pueblos y ciudades, en las plazas de “La Vila”, y mucho amor en el ambiente…
Y es que hay tradiciones que no deberían perderse nunca!!!....
Mis recuerdos me llevan a mi infancia, este día era muy especial, Sant Jordi, el “Drac”… el concurso literario que tenía como premio una caja de “Plastidecores” otra de “Cariocas” y la hucha de barro de “Caixa Catalunya”… todo sea dicho yo me los llevaba todos, (modesta que es una)… las excursiones a “La Porxada” para ver los libros y los “puestecillos” de rosas… allí te cruzabas con los chicos y chicas “rivales” de otros colegios, los mismos con los que te peleabas a muerte en los partidos de basket en los campeonatos escolares… ahí, todos juntos parecíamos sacados del mismo patrón, ellos con la pelusilla en el bigote y nosotras en las pantorrillas, que aunque no lo parecía, se adivinaba cuando mirabas a trasluz… sólo se nos distinguía por el color del chalequito tipo “Dúo Dinámico” y el largo de los calcetines…
Todo era tan bonito!!! Tal como marcaba la tradición, los chicos tenían que regalar una rosa a la chica de la que estaban “enamorados”, esa rosa significaba “me gustas”, y al final del día podías comprobar la popularidad de algunas, que por cierto cada año repetían las mismas… Bueno, las mismas hasta que “otras” pegamos el estirón…, ya se sabe, tiran más dos tetas que dos carretas!!!Años después las excursiones ya eran más interesantes, cambiábamos las pateadas a la “Porxada” por el viajecito en tren a la capital... Yo creo que entonces los libros y más libros de todos los tamaños y colores eran lo de menos, estábamos alucinados por la “gran ciudad”, los escaparates de las tiendas de moda, la cantidad de gente, algunas muy raras, que se acumulaba en los semáforos, los famosos que firmaban sus obras literarias!!! Parecíamos lo que éramos, de pueblo!!!
Ya de “mocita”, cuando cambié la “cartera” por el maletín, y los “Donnuts” por la fiambrera, recuerdo un año especial…
“… De repente paró el coche en medio de la calle, se apeó de él y abordó a unas señoras que se dirigían a la “Porxada” con unas cestas llenas de flores, las cuales se quedaron sorprendidas a la vez que acojonadas por la manera de proceder de aquel individuo…”
Volvió al coche con una rosa roja…, ese fue el principio de 13 rosas más….
Pero desde hace unos años, las únicas rosas de Sant Jordi que recibo son las del jefe, las del banco, o las del colmado… y con un poco de suerte las rosas “self service” que florecen en mi terracita… (por cierto, ya tengo algún que otro capullito!!!)
Aunque este año, tal como está la economía y la falta de agua, no tendré ni esas!!…, vamos! que ni "dibujándole una sonrisa" a “Tiziano”… (perdona!!!).

Quién sabe! Tal vez llegue un 23 de Abril en el que reciba nuevamente una rosa roja de tallo largo y que yo por mi parte regale un libro con las páginas en blanco para poder escribir en ellas las vivencias de una vida en común…