Lanzarote: Lava, Mar y Viento...

“Un agresivo mar de lava; un desolado universo de agrestes montañas que se elevaban hasta donde alcanzaba la vista, con tan distintas tonalidades de color en las rocas, pasando del negro al ocre, y del amarillo intenso al magenta, que cabría imaginar que quien lo pintó debió de pasar largas jornadas mezclando colores hasta conseguir una infinita gama de matices sin necesidad de tener que recurrir a los azules, los blancos o los verdes.
Pero aquel impresionante “Valle del Silencio” no era fruto de la desbordada fantasía de un artista deseoso de crear algo nuevo y absolutamente diferente, sino una muestra más de hasta qué punto la naturaleza es capaz, cuando se empeña en ello, de superarse a sí misma a la hora de demostrar su inagotable originalidad.”

(“A la deriva”, Alberto Vázquez-Figueroa, 2005)
Sería inútil por mi parte intentar describir con palabras las maravillas que esconde la isla, y nadie mejor que él, que la ama, que la vive, para expresar con sus obras literarias todo aquello que en ella se puede descubrir…
Así que me limitaré a explicar el lado “viajera de 2x1, media pensión y excursiones programadas”…
…Le explicaba a mi tía cuando íbamos camino del aeropuerto del Prat, que en sólo una ocasión me había encontrado con retrasos en los vuelos, y toma por donde, ese día fue la segunda.
Teníamos que volar dirección a Lanzarote a las 11:45, y embarcamos a las 13:30, desde las 9 de la mañana en el aeropuerto….no está nada mal eh!!! Pero bueno, la espera valía la pena.
Una vez en el hotel lo primero que hice fue cambiar el reloj (del teléfono, está claro! No llevo nunca reloj no me lo iba a poner en vacaciones!!!!), mas que nada para no llegar una hora tarde a los sitios…
Lo primero, vuelta de reconocimiento, el hotel, la vegetación (plantada por el Cabildo, porque allí por iniciativa propia no crece ni la mala hierva…), los alrededores, las casitas blancas con sus ventanitas y puertas de color verde, sus pintorescas chimeneas en forma de cebolla al estilo “bereber”(esto es algo que hay que agradecer al malogrado César Manrique, que consiguió que todos los “pueblitos” de la isla sigan un mismo patrón, evitando así un caos urbanístico, un deleite para la vista…), el paseo marítimo, las playas de arena negra… He dicho arena????, justo en la playa donde estaba nuestro hotel, en el extremo sur de “Costa Teguise”, no había ni un granito de arena, ni negra ni blanca ni ná, sólo piedras negras con vetas de “olivina”!!! pero el mar era de un color tan intenso que sólo lo he visto (yo) superado por las playas del sur de Fuerteventura.
Los “Alísios” han sido nuestros compañeros de viaje, no nos han dado ni un momento de tregua, así que de peluquería bien poco, es más, el día que se me ocurrió soltarme la melena me salieron “rastas” a lo “Bob Marley”, jo! Unos nudos…. que me vi más negra que las piedras para quitármelos, vamos! Que ni con las mascarillas “porque tú lo vales!!!”, en fin, que me he pasado toda la semana con pinta de “cumbayá”…
Aparte de los 3 kilitos de más, (que no son de extrañar porque he comido lo que no está en los escritos…. Romina, a la mierda la dieta!!!!), me traigo un cúmulo de sensaciones contradictorias, por un lado la desoladora imagen del “Parque Nacional de Timanfaya”, y las “Montañas del Fuego”, donde te esperas que el cualquier momento aparezca algún habitante del “Planeta de los simios”, o el mismísimo "demonio",… (de los camellos prefiero ni hablar, paseíto, foto y listo!!!), aquellos campos de lava te dan una idea sobre las penurias que han tenido que pasar los “Majoreros” para poder sobrevivir en unas tierras imposibles de cultivar, y aún así en muchos puntos de la isla y sobre todo en “La Geria” con sus cultivos de vid, queda demostrada la habilidad de los isleños para salir adelante.
Impresionante el tubo volcánico donde se encuentra “La Cueva de los Verdes”, cuyo nombre es debido al apellido de los antiguos propietarios de aquel lugar, es alucinante caminar bajo esa lava escuchando música casi inapreciable y llegar a descubrir el secreto que allí se esconde (y no seré yo la que lo revele), obra también de César Manrique, bueno, en realidad su obra está en cada rincón de la isla.
Las increíbles vistas del “archipiélago Chinijo” desde el “Mirador del Rio”, donde destaca la isla de “La Graciosa”, o lo que parece un oasis en las entrañas de la tierra, “Los Jameos del Agua” , la fuerza del mar en “Los Hervideros”, el color a “Olivina” de “La Laguna verde” que contrasta con la arena de color negro azabache de la playa y el azul turquesa del mar, y sí, lo sé, estuvieron allí, pero no los vimos, me refiero a “Pé” y “Almodóvar”…, la fundación “César Manrique”, sus juguetes de viento por toda la isla…
Por otro lado “Playa Blanca”, “Puerto del Carmen”…. Sólo con mirar sus playas de arena blanca, parece como si la historia no fuera con ellos…
También estuvimos en el norte de Fuerteventura…. Claro! Yo conozco el sur, y es muy difícil superar aquello, así que me quedé un poco decepcionada, pero bueno… entre el potaje canario, (con garbanzos, se lo digo a mi madre y no se lo cree), y lo que nos reímos en el ferry lo doy por bueno!!!
Anécdotas?? Jo!!!Un montón, me he reído muchísimo, sobre todo con los “gaditanos”, tienen una guasa….que pa qué!!!, los de “Badalona” con la camiseta del Barça, (las tenían todas), los extremeños, que según decían “son más catetos que la Yenca”, los de Madrizzzz, que también tenían lo suyo, el Sr. Gabriel , siempre buscando el Sol, y la Sra. Teresa, su esposa, entrañables “jubilados”, como decían ellos, eran como los “Roper” pero de L’Hospitalet, Carlos, el guía, que no veas como estaba el guía, que cuando me decía “mi niña”…. Uffff, no sé yo lo que se me caía…!!!!, el conductor de la “guagua” de la línea regular, que vio 3 coches parados, sí 3 coches, 1, 2, y 3, y llamó por radio a sus compañeros para avisar que había un atasco de cojones!!! (en Barcelona me gustaría a mi verlo…)
Seguramente me olvido a mucha gente y muchas cosas, pero me es tan difícil plasmar en un “papel” todo lo que guardo en mi cabeza… así que lo mejor será que cada uno lo vea con sus propios ojos….
Ya en el avión de regreso, y mientras los auxiliares de vuelo (azafatos, mú monos ellos), hacían la típica demostración “para su seguridad”, y a la que nadie presta atención, yo no iba a ser menos, y pensaba en todo lo experimentado en estos días, y de este viajecito me quedo con la que creo es la mejor sensación: si la vida me lo permite sólo se que volveré….